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domingo, 25 de mayo de 2014

Manifiesto contra Monsanto - Miraflores


Para los lectores incipientes, Monsanto es una brutalmente inmensa empresa multinacional, de origen gringo, dedicada a hacer de nuestras ancestrales semillas un enlatado industrial. Así es señores. Conocidos como transgénicos u OGMs (organismos genéticamente modificados) son seres vivientes resultantes de cruces entre especies diferentes, por métodos (obviamente) artificiales. Estas semillas tendrán como finalidad el mercado de alimentos. Al ser transgénicas pueden soportar más los pesticidas o temperaturas extremas, siendo útiles para la agricultura industrial. Ahora ¿Cuál es el problema? Bueno, básicamente, que son dañinas para el medio natural que lo rodea, para la salud de los consumidores, y para los pequeños agricultores. Habría que preguntarnos mejor, ¿Para qué no son malos los transgénicos? A esta pregunta, se te podría responder: "Para los bolsillos de los accionistas de Monsanto". Cabe resaltar que es un mercado con una marcada tendencia a la dependencia y el monopolio: Las plantanciones transgénicas son estériles, por lo que los agricultores deben recurrir año tras año a la misma empresa para comprar las nuevas semillas. En diversos países de Europa, los alimentos transgénicos ya están obligados a llevar un etiquetado que los diferencie del resto. Por desgracia, en repúblicas más bananeras, como la nuestra, este etiquetado es todavía una ley sin reglamento (Oh! Sorpresa). Es por este motivo que un grupo de activistas decidió realizar un manifiesto este sábado en el marco del Día de Acción Mundial contra Monsanto (que es la multinacional de transgénicos más grande y con la mayoría de las patentes genéticas).

Eran aproximadamente las 12 pm cuando el grupo de activistas comenzó a pegar sus pancartas en las rejas del parque del reducto, justo al costado de la Bioferia de alimentos orgánicos (que se realiza los días sábados). Con frases como "Los transgénicos envenenan tu sangre", los activistas coreaban canciones en alusión a la defensa de la pachamama, acompañados de rítmicos cajones, tambores y panderetas. De pronto, Diego, un activista joven de cabellos largos comenzó  a declamar los motivos por los cuáles se realizaba dicho manifiesto en contra de Monsanto y las semillas transgénicas. 

Como era de esperarse, en un parque miraflorino, los serenos no tardaron en llegar. Una vez interrumpida la música, no importaba que tan pacífica se declarara la actividad, los pancartas no podían estar colgados de las rejas en el parque. Luego de roses y negociaciones, los serenos permitieron a los activistas seguir con su actividad, bajo la condición de que estos debían retirar los carteles. Los vecinos y peatones cercanos, no tardaron en expresar su apoyo al manifiesto. "Dejen a los chicos expresarse, no está mal en una democracia.Yo vivo aquí y no nos molesta el ruido un sábado a la 1", encaraba un vecino a un sereno.

No dudaron en ponerse a bailar. Un grupo de señoras que salía del parque escuchó la música. Bailaban y coreaban las frases antes declamadas por los activistas. Los serenos, a unos metros, leían los folletos antes repartidos por los activistas. Los peatones miraban con sonrisas el manifiesto mientras los pancartas ondeaban al viento. Ya me puse romántico ¿verdad? Bueno. Lo importante de este hecho es que, como consumidores debemos exigir sinceridad a las empresas de alimentos. Saber si un chocolate contiene o no soya transgénica entre sus ingredientes no es un capricho: Es un derecho. Por lo pronto, es mejor comprar lo que nos llevemos a la boca en mercados orgánicos (como la Bioferia), y evitar los envasados.

Puedes revisar el video del manifiesto en este link:
https://www.youtube.com/watch?v=YUsibjSw0fw





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